Todos los padres queremos que nuestros hijos hablen inglés y, muchos de nosotros, conscientes de cómo será el mundo de nuestros hijos, apostamos por el chino mandarín. Muchos de los papás, de hoy en día, podemos comunicarnos en inglés, tenemos amigos con los que utilizamos el inglés, hemos viajado…. pero, ¿y el chino mandarín?. ¿Cómo podemos conseguir que nuestro hijo aprenda estos dos idiomas si nosotros no hablamos bien el inglés y/o, sobretodo el chino mandarín?
Así aprenden los idiomas los bebés
El aprendizaje de la lengua materna es un proceso natural: el bebé observa, escucha, entrena sus articulaciones para poder emitir sonidos, imita los sonidos de los padres y educadores, repite palabras, las utiliza con una intención y poco a poco las combina entre sí creando pequeñas frases.
Estas frases, a su vez, nos llevan a emitir pequeños discursos y todo esto sucede en una edad bien temprana y sin que haya intervenido para nada el texto escrito. Así aprendemos a hablar.
El número de lenguas que los bebés son capaces de asimilar depende de la exposición a las mismas y no del número de lenguas. De la misma manera que aprenden el catalán y el castellano, pueden aprender una tercera o una cuarta, siempre que la exposición sea la adecuada.
El proceso de aprendizaje de las lenguas extranjeras debería hacerse de la misma manera y con la misma naturalidad con la que se aprende la lengua materna. Para asegurar que una lengua se aprenda de forma natural, se hable sin acento y con fluidez, conviene iniciar el aprendizaje lo antes posible y de la manera más natural que se pueda. La manera más eficaz de exponer a un niño al inglés y al chino mandarín durante el día es llevarle a una guardería en inglés y chino mandarín.
Aprender inglés y chino en una guardería internacional
- El niño podrá tener contacto con los idiomas varias veces al día y en situaciones diversas que, en lo posible, incluyan todas o algunas de las principales actividades del día. Así se familiariza con todas las expresiones, y de la misma manera que aprende de sus padres, también aprende escuchando, probando e imitando a sus educadores.
- Esta inmersión en un ambiente en inglés y chino mandarín permite, en lugar de ”enseñar” inglés y chino a los niños, que “vivan” en inglés y chino mandarín sus experiencias cotidianas, igual que lo hacen en casa con la lengua materna.
- Es muy importante que el modelo que se les muestra sea el correcto, los educadores han de ser nativos. No es suficiente con que tengan un buen nivel del idioma acreditado. En las etapas precoces la capacidad de asimilar los acentos y la musicalidad del idioma, es la más alta, por lo que, es vital, que sean nativos los que se dirigen a ellos.
- No es conveniente interferir con modelos escritos a una edad temprana. No se debe introducir la referencia escrita hasta que esté consolidada la oral, ningún bebé empieza a hablar el idioma de sus padres con referencias escritas.
Aprender inglés y chino cuando el niño no va a una guardería internacional, en inglés y chino mandarín
Lo que sí podemos hacer es ofrecerle en casa todas las oportunidades que le ayuden a captar el idioma lo antes posible. Estas son algunas ideas:
- Ponerle canciones en inglés y en chino mandarín
- Acostumbrarle a ver las películas y dibujos animados siempre en versión original. Aunque no sean en estos dos idiomas
- Poner dibujos en inglés y chino en la tele
- Visitar países en los que se habla inglés o chino
- Poner a nuestro hijo en contacto con niños de habla inglesa y china
- Introducir el aprendizaje de la música desde una edad temprana. La música es un lenguaje más y por tanto ayuda a nuestros hijos a desarrollar capacidades que estimulan el desarrollo del lenguaje